Este sería el plan de Biden con Venezuela para ayudar a Europa energéticamente

Este sería el plan de Biden con Venezuela para ayudar a Europa

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dejado claro que su país hará todo lo posible por ayudar a Europa a lograr sus objetivos energéticos.

La Comisión Europea anunció sus planes para reducir en dos tercios el consumo de gas ruso este año, y eliminarlo para 2030. Este es un plan muy ambicioso, que requerirá de esfuerzo y ayuda extranjera, Biden se ha ofrecido a mediar.

El primer punto es reemplazar las exportaciones de petróleo ruso que va a dejar de comprar EEUU y el Reino Unido. Y que también va a recortar la Unión Europea, reseña The Economist.

Washington dispone de una reserva estratégica de crudo. La cual ha usado dos veces, y está debatiendo que llegue la tercera en los próximos meses si es necesario. Aunque su uso es temporal, serviría para poder buscar nuevos proveedores.

BIDEN MIRA A VENEZUELA

Aquí es donde entra Venezuela, el país que hasta hace poco era un enemigo jurado de Estados Unidos. El Gobierno de Nicolás Maduro dio este lunes un giro sorprendente a su política exterior, y anunció reuniones con Biden para recomponer su relación.

Recordemos que Donald Trump dejó de reconocer a Maduro como presidente legítimo de Venezuela. Y además impuso sanciones que han estrangulado a la industria petrolera, y que aceleraron la enorme crisis económica que arrastra Venezuela.

Maduro se ha apoyado en Rusia y China en los últimos años. Pero de forma inesperada anunció reuniones con altos cargos del Gobierno de Estados Unidos. Además de un programa de diálogo con la oposición, que quiere una hoja de ruta para llegar a elecciones «libres y transparentes».

En otras palabras, EEUU parece estar dispuesto a rehabilitar a Maduro si este reemplaza a Rusia en el mercado petrolero internacional, según una nota de El Economista.

PLAN MARSHALL INDUSTRIAL

Por otra parte, fuentes del Washington Post indican que la Casa Blanca está estudiando imitar la Ley de Préstamo y Arriendo, aprobada en 1941.

Esta ley permitía «suministrar cualquier tipo de material» necesario para ayudar a Europa y otros países aliados a ganar la guerra.

En este caso, sin embargo, las armas que necesita la Unión Europea no son metralletas ni tanques. Sino bombas de calor, para sustituir las calderas de gas tan comunes por todo el continente.

El plan de Washington supondría poner en marcha a la industria Estados Unidos, invocando la Ley de Producción para la Defensa, a producir bombas de calor para su exportación a Europa al precio más barato posible.

Estos mecanismos, además, van de la mano con otro de los deseos de Biden. Como es acelerar la electrificación de la economía estadounidense para reducir el impacto de los altos precios del crudo y frenar el cambio climático.

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