Consumir carnes crudas y otros productos de origen animal crudos representan un alto riesgo de contraer infecciones bacterianas y virales. Pese a que estos alimentos aportan proteínas de alto valor, la cocción u otros procesos son necesarios para poder aprovechar esos nutrientes de forma eficiente.
Este riesgo en las carnes rojas y blancas corresponde principalmente a la contaminación por microorganismos que viven en el intestino de los animales. Los especialistas insisten en que no es recomendable comer mariscos, carnes rojas ni de aves de corral crudas.
La Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) hizo recientemente un llamado a la población a evitar el consumo de carnes crudas, luego de que se viralizó una dieta basada en alimentos de origen animal crudos promovida por un influencer venezolano.
COMER CARNES CRUDAS
Patricia Valenzuela, presidenta de a SVI, explicó que la contaminación de las carnes de res y de aves de corral ocurre en los mataderos por la manipulación de los cortes junto con las vísceras y los intestinos que es de donde vienen la mayoría de las bacterias, virus y parásitos perjudiciales para el ser humano.
«Luego de consumir esta carne se puede manifestar un cuadro de diarrea, vómitos e incluso disentería (inflamación intestinal y diarrea con sangre). Puede haber cólicos y fiebre entre 38 y 39 grados centígrados. Dependiendo de la tolerancia pueden ser más o menos graves los síntomas”, indicó Valenzuela en entrevista para El Diario.
La disentería se origina por la bacteria shigella o una ameba, ambos microorganismos pueden estar en la superficie de la carne cruda. Otra bacteria presente en alimentos como el pollo es la salmonella. Estas infecciones requieren de una atención médica inmediata cuando se presentan los síntomas.