La decisión de instalarse en España de miles de colombianos, venezolanos y ucranianos -estos últimos a consecuencia de la guerra- logró, en el primer semestre de 2022, compensar la crisis demográfica española en un periodo en el que murieron más habitantes de los que nacieron.
Según la Estadística de Migraciones y Cifras de Población del primer semestre de 2002, publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población residente en España aumentó en 182 mil 141 personas en ese período lo que situó el número total de habitantes en 47 millones 615 mil 34 (el valor máximo de la serie histórica) debido, fundamentalmente, a la llegada de inmigrantes.
Entre enero y junio de 2022, el número de extranjeros creció en 172 mil 456 (un 3,1%) hasta los 5 millones 579 mil 947, con lo que suponen el 11,7% de quienes habitan en España.
De esas 172 mil 456 personas, 60 mil 142 (un 19,1% más) llegaron desde Colombia, 48 mil 396 lo hicieron desde Ucrania (45,8% más) y 31 mil 703, desde Venezuela (14,4% más).
LEA TAMBIÉN: REGRESO DE VENEZUELA A LA CAN, UN DESEO COMÚN ENTRE EL GOBIERNO Y EMPRESARIOS
El aumento de población residente en España del primer semestre es resultado de un saldo migratorio positivo de 258 mil 547 personas, es decir, que hubo 478 mil 990 inmigraciones procedentes del extranjero y 220 mil 443 emigraciones con destino al extranjero.
Frente a los colombianos, ucranianos y venezolanos, principales nacionalidades de inmigrantes extranjeros, los mayores descensos fueron los de los ciudadanos rumanos (11 mil 751 personas menos), británicos (8 mil 381 menos) y chinos (5 mil 58 menos).
Pese a estas cifras la comunidad extranjera mayoritaria sigue siendo la marroquí, con 770 mil 610 ciudadanos viviendo en España, seguida de la procedente de Rumanía (619 mil 833), Colombia (375 mil 528), Reino Unido (307 mil 443) e Italia (306 mil 621).
EFE
