Autoridades de Kenia, África, informaron que ascendió a 360 la cifra de muertos de una secta que persuadió a las víctimas para ayunar y así encontrarse con Jesucristo.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, la información se da luego de que el martes 11 de julio se encontraron 10 cuerpos más.
Según medios locales, la comisionada regional de policía de la Costa de Kenia, Rhoda Onyancha, confirmó que hasta el momento 95 personas fueron rescatadas con vida. Además de 613 personas reportadas como desaparecidas.
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Tras el inicio de la cuarta fase de exhumaciones y apertura de las fosas comunes y tumbas halladas en el bosque de Shakahola, condado costero de Kilifi, el ministro del Interior keniano, Kithure Kindiki, declaró el 11 de julio ante una comisión creada en el Senado para investigar el caso.
REACCIÓN DEL MINISTRO
En su intervención, Kindiki culpó a las fuerzas de seguridad y la justicia kenianas de negligencia. Por no tomar las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas anteriormente contra el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.
“Creo que algunos oficiales del Cuerpo Nacional de Policía e incluso del Poder Judicial tienen explicaciones que dar” afirmó el ministro. De igual forma señaló que hubo poca atención por parte de la Fiscalía en los graves crímenes por los cuales Mackenzie había sido acusado y condenado.
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