Los fallecimientos por inundaciones en el estado de Texas, EEUU, aumentaron a 91. Pero además, persiste el riesgo para la seguridad pública debido a la inminencia de lluvias torrenciales. Así lo declaró este lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
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El Departamento de Seguridad Nacional informó que 91 personas inocentes han fallecido (en las inundaciones). «La situación en el terreno sigue siendo peligrosa y podría haber más amenazas para la seguridad pública ante la posible llegada de fuertes lluvias», declaró Leavitt durante una rueda de prensa.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional se informó en su cuenta de X de una situación de emergencia en varias ciudades del condado de Kerr provocada por inundaciones repentinas.
En dicho distrito, fallecieron 27 personas que participaban de un campamento cristiano para niñas que fue arrasado por la repentina crecida del río Guadalupe.
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Camp Mystic está de luto por la pérdida de 27 campamentistas y miembros del personal tras las catastróficas inundaciones en el río Guadalupe», afirmó la dirección del establecimiento en un comunicado.
La administración del campamento añadió que ha estado en contacto con las autoridades locales y estatales, quienes están «desplegando incansablemente amplios recursos» para encontrar a 10 niñas y un funcionario que continúan desaparecidos.
MEDIO MILLÓN DE PERSONAS EN RIESGO
De acuerdo a la cadena CNN, más de medio millón de personas en la región están en riesgo de inundación.
La crecida de cursos de agua comenzó el viernes, cuando una lluvia torrencial sorprendió a miles de personas que disfrutaban del feriado por el Día de la Independencia en el sur de Texas.
En algunas regiones llovió en pocas horas lo mismo que en todo el verano (boreal). El gobernador de Texas, Greg Abbott, informó que las autoridades están enviando todos los recursos disponibles, incluida la Guardia Nacional, para paliar las consecuencias del desastre.
Asimismo, la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Kristi Noem, viajó a la región afectada.
Por su parte, el presidente, Donald Trump, firmó el domingo una declaración de catástrofe grave que permite destinar recursos federales adicionales al estado de Texas.
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