El aeropuerto internacional de Miami se ha convertido en terreno fértil para una peligrosa estafa que está poniendo en riesgo a los pasajeros. Cada vez más, conductores sin licencia se hacen pasar por choferes de Uber o Lyft para recoger a viajeros confiados que acaban de aterrizar. El modus operandi es simple. El falso conductor espera en las áreas designadas para viajes compartidos con un auto que coincide con la descripción de la aplicación. Cuando el pasajero se sube, el estafador inventa excusas para llevarlo a otro lugar y robarle…
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