El Niño Guerrero ahora es requerido por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Desde este lunes se conoció que fue incluido en su base de datos. Héctor Guerrero Flores, es uno de los delincuentes buscados.
Pero el líder del Tren de Aragua no está solo en la lista de la Interpol. Lo acompaña Josué Santana, apodado “El Santanita”, ahora ambos con alerta roja mundial.
Estos sujetos dirigían a la organización criminal Tren de Aragua desde el Centro Penitenciario de Aragua, ubicado en la población de Tocorón, del cual huyeron antes de la toma de ese penal mediante la Operación Liberación Cacique Guaicaipuro, emprendida por 11 mil funcionarios.
Guerrero y Santana tienen “una solicitud dirigida a las fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de su extradición o entrega, o de una acción judicial similar”. De acuerdo a lo que rezan los estatutos de la Policía Internacional presente en 194 países.
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En el caso de Guerrero Flores, de 39 años, la notificación roja está asignada con el número de control A2023/61967, publicada el pasado 23 de septiembre, a solicitud de Venezuela.
“Prófugo buscado para un proceso penal. Atención: armado, peligroso, propenso a la evasión, violento”, dice la ficha de Interpol para describirlo.
Destaca Interpol que el delincuente pudiera desplazarse hacia Colombia, Brasil, Perú, Chile, Ecuador o Estados Unidos. Cualquier país que lo ubique está en la obligación de detenerlo y notificarle a Venezuela para que formule la solicitud de extradición.
El nombre de Josué Ángel Santana Peña “El Santanita”, de 30 años, también figura en la lista de Interpol, según expediente A3372/42021, en el que se lee una descripción similar a la de su socio Guerrero Flores. Con la diferencia de que este pudiera desplazarse hacia Colombia (Cúcuta), Panamá, Trinidad y Tobago, Brasil, dice la ficha.
“El Santanita” y Guerrero Flores se conocieron en Barquisimeto donde operaban robando carros, cambiando placas de los mismos y desvalijándolos para venderlos por piezas, según investigaciones.
Posteriormente, “Niño Guerrero” le da alojamiento a “El Santanita” en la cárcel de Tocorón, donde lo convierte en uno de sus principales operadores, de acuerdo a informes.
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