El pescador deportivo @xfisherman79 reportó en sus redes sociales la aparición de varias fragata portuguesa, también conocidas como carabelas portuguesas, en una playa de La Guaira.
«En estas últimas salidas me llamo la atención la presencia de estos animales muy cerca de las playas, por lo que hago un llamado a que tengan mucho cuidado», escribió su cuenta de Instagram.
Al respecto, Gustavo Parra Carrasquel, presidente de la fundación @azulambientalistas, explicó que esta especie está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 centímetros, lo que les permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, mareas y corrientes marinas.
Es preciso destacar que de su cuerpo central cuelgan los tentáculos con los que atrapa a sus presas.
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Carrasquel explicó que el veneno de esta especie podría generar en una persona consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas. Además de fiebre muy alta, náuseas y ansiedad, las cuales generalmente pasan en unos días, razón por la que se recomienda no tocarlas.
Las fragatas portuguesas se distribuyen en todas las aguas cálidas del mundo, especialmente en áreas tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico.
De igual manera, habitan en la corriente del Golfo Atlántico y ocasionalmente se aventuran en el Mediterráneo. Los expertos atribuyen su llegada a las costas a las dinámicas de los vientos marinos.
Aunque la apariencia de la carabela portuguesa es similar a la de una medusa, técnicamente no lo es. Es, de hecho, un conglomerado de organismos que cooperan como una colonia para sobrevivir.
QUÉ HACER EN CASO DE PICADURA
Son peligrosas tanto para los habitantes del mar, como para los humanos. La picadura de una fragata portuguesa puede resultar mortal para un niño o incluso para un adulto con salud comprometida. Para una persona de peso y salud normal, la picadura no debería ser extremadamente dañina, y sus efectos normalmente desaparecerán en unas pocas horas.
Los síntomas más comunes de una picadura incluyen escozor y picor en la zona afectada, reseña National Geographic.
Sin embargo, la picadura también puede provocar dolores intensos, náuseas, fiebre, vómitos e incluso la muerte. El veneno permanece activo incluso después de que el ejemplar ha sido retirado de la arena, por lo que es crucial no tocarlo.
Frente a una picadura, es fundamental actuar rápidamente para neutralizar el veneno y retirar todos los restos de tentáculos de la piel. Se puede intentar lavar la zona con alcohol o con agua salada.
No se recomienda usar agua dulce, ya que intensifica los efectos. Tampoco es conveniente usar orine o vinagre, a diferencia de lo que se hace con la medusa común. Además, se aconseja aplicar agua caliente y una crema con cortisona después de la limpieza.
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