La aplicación WhatsApp ha logrado posicionarse como la herramienta de mensajería instantánea más empleada del mundo. Actualmente cuenta con más de dos mil millones de usuarios en todo el planeta.
Una de las razones que ha impulsado el éxito de WhatsApp, es que el servicio constantemente ha optimizado su funcionamiento mediante mejoras para sus herramientas y en su sistema de seguridad.
En ese sentido, es normal que dicha plataforma mantenga datos privados de los usuarios, motivo por el cual varios ciberdelincuentes hacen todo lo posible para hackear la cuenta o estafar a los internautas.
RECOMENDACIONES PARA QUE NO TE HACKEEN EL WHATSAPP:
- Limitar la privacidad: Una de las opciones que se puede implementar, es la de ocultar la foto de perfil, la última conexión, silenciar a los contactos en la pestaña de ‘Estados’ o las confirmaciones de lectura.
- Activar la biometría: La aplicación permite proteger las conversaciones con una huella dactilar o Face ID, evitando de esa forma que alguien puede registrar el ingreso en WhatsApp Web.
- Revisar las sesiones: Es importante mantener un control sobre todas las sesiones abiertas en la versión web, esto con el propósito de identificar si se ha dejado abierta la cuenta en un ordenador desconocido.
- Activar el antivirus: El antivirus de los sistemas operativos Android detectan -de manera inmediata- las posibles aplicaciones de control remoto que pueden llegar a espiar el teléfono.
Cabe destacar que la instalación de aplicaciones externas que tienen como objetivo espiar la plataforma se han popularizado en los últimos años. Entre las más usadas se encuentran aquellas que prometen avisar cuando alguien está conectada o cuando se desconecta, ya que la app permite ocultar la última conexión, según el portal Xacata.
Otras aplicaciones, supuestamente, también sirven para conocer las respectivas conversaciones o imágenes compartidas por la persona que se quiere espiar. Sin embargo, la mayoría de estas aplicaciones son una estafa, ya que todas las conversaciones de WhatsApp tienen un cifrado de extremo a extremo, por la cual la misma plataforma tampoco tiene acceso a la información compartida de los chats de cada persona.
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