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La difteria es una enfermedad muy agresiva, pero fácilmente prevenible con una vacuna. De hecho, en Venezuela esta afección estuvo controlada durante los últimos 21 años; hasta 2017 cuando se evidenció un brote.
Ahora, especialistas en Infectología han señalado que están en alerta, a la espera de un nuevo brote, debido la disminución de la cobertura vacunal contra el Corynebacterium diphtheriae, bacteria que causa la difteria.
“Si todas las personas se vacunaran con el toxoide diftérico, que se encuentra en la vacuna pentavalente, hexavalente (Estas dos primeras en niños menores de 7 años), y en la vacuna del toxoide tetánico/diftérico (A partir de los 7 años), no tendríamos este resurgimiento”, afirma la Dra. Tatiana Drummond, médico infectóloga de la Clínica Piedra Azul
Señala que, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2021 en Venezuela la cobertura contra la difteria alcanzaba al 54% de la población, mientras que a escala global apenas supera el 81%, debido sobre todo a que la pandemia de COVID minimizó la asistencia a los centros de vacunación. “A nivel mundial tenemos una bomba de tiempo en lo que respecta a una epidemia de difteria”, advierte la especialista.
Comenta la especialista que, hasta el momento, oficialmente se han diagnosticado tres casos en el estado Bolívar para el mes de marzo del presente año, específicamente en la zona minera del Municipio Sifontes, lo cual hace suponer que podría haber otros no diagnosticados; lo que hace aún más importante que las personas retomen la vacunación.
La difteria se transmite a través de las gotas de saliva desde un portador enfermo, que no necesariamente presenta síntomas. Al ser inhaladas por personas sanas, pueden inflamar la faringe y las amígdalas, a tal punto que causan necrosis de los tejidos y la persona, finalmente, puede llegar a fallecer por dificultad respiratoria.
Explica la infectóloga de la Clínica Piedra Azul, que esta bacteria causante de la difteria, produce toxinas capaces de viajar por la sangre hasta el corazón, causando además afectaciones cardíacas.
Se trata de una enfermedad de muy rápida evolución, que empieza con fiebre y dolor de garganta, hinchazón del cuello por la inflamación de las amígdalas, y la persona comienza a presentar dificultad respiratoria. “Esto sucede en las primeras 48 horas. Si la enfermedad evoluciona pueden presentarse complicaciones cardiacas luego de la primera semana. Una vez diagnosticada, se suministran antibióticos como la penicilina (o eritromicina, claritromicina y azitromicina, para los alérgicos a la penicilina); así como la antitoxina contra la difteria.”
Advierte la infectóloga que esta es una enfermedad fácilmente contagiable si una persona no vacunada se expone a otra contagiada, por lo que aquellos que han tenido contacto con pacientes diagnosticados con difteria, deben hacerse una prueba sencilla, a través de una muestra recolectada de la nariz y la garganta, además de ser monitoreados durante los siguientes siete días luego del contacto.
Comenta la Dra. Drummond que la Clínica Piedra Azul cuenta con las vacunas, antibióticos, antitoxinas y pruebas contra la difteria, necesarios para la prevención y atención inmediata de la enfermedad. “Contamos con un excelente grupo de bacteriología, muy capacitado, para la realización de los cultivos de la lesión, necesarios para el diagnóstico”.
Afirma la especialista que es muy importante realizar el diagnóstico lo más rápido posible y actuar en consecuencia, reiterando la prevención y vacunación.
Son varias las vacunas que previenen la difteria y pueden colocarse a cualquier edad. A nivel de la población pediátrica, se coloca la Pentavalente. “Luego de los siete años de edad, se coloca bajo la forma de Toxoide Tetánico Diftérico, que también la tienen en Sanidad y es gratuita, con lo cual no hay excusa para no vacunarse”, dice la doctora Drummond.
Señala la especialista, que no todas las personas que tienen difteria manifiestan la enfermedad de forma inmediata. Se trata de “portadores sanos”: no sufren la enfermedad, pero son capaces de transmitirla sin saberlo. “Puedo conseguirme con un portador sano en lugares de mucha concurrencia, como el Metro, y si la persona tose tengo el riesgo de contagiarme. Por eso la vacunación es muy importante, así como el uso del tapabocas, que protege no solo contra el COVID y otros virus, sino también contra la tuberculosis, contra bacterias que causan meningitis, y otras patologías que ingresan a nuestro organismo por vía respiratoria”.
Concluye la infectóloga de la Clínica Piedra Azul, que es muy importante revisar el esquema de vacunación para verificar que esté al día. “Si tiene más de cinco años de haberse colocado la vacuna contra la difteria, entonces contacte al médico para agendar las vacunas que necesite”.
La doctora Tatiana Drummond (@dratatianadrummond), ofrece su consulta en la Clínica Piedra Azul (@clinicapiedraazul), institución que presta servicios de salud en modernas instalaciones, con opciones médicas acordes a las necesidades de cada paciente, atendiéndolos de manera efectiva y personalizada. Más información en www.clinicapiedraazul.com.
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