El papa Benedicto XVI murió a los 95 años, este sábado 31 de diciembre, en la ciudad de El Vaticano después de presentar un periodo de mala salud, según un comunicado de Matteo Bruni.
“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, señaló el director de la oficina de prensa vaticana en un comunicado. La capilla ardiente se ubicará en la Basílica de San Pedro a partir del lunes 2 de enero por la mañana.
La noticia de su muerte llegó días después de que el papa Francisco pidiera a los fieles que rezaran por Benedicto, diciendo que estaba “muy enfermo”.
“Quiero pedirles a todos una oración especial por el papa emérito Benedicto que sostiene a la Iglesia en su silencio. Él está muy enfermo. Pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor por la Iglesia hasta el final”, dijo Francisco en su audiencia general el miércoles 28 de diciembre.
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En las últimas horas un portavoz de El Vaticano, informó que hubo “un deterioro en su salud, debido al avance de su edad”.
Benedicto XVI había pasado los años de su retiro en una residencia en el interior del Vaticano. No padecía ninguna enfermedad severa, sólo los achaques normales de su edad avanzada. Progresivamente había ido perdiendo la movilidad y la voz, lo que limitaba aun más sus apariciones públicas y su participación en oficios religiosos.
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